Los
dilemas de la oposición . Prof. Juan Martín Sánchez.
Es siempre una tarea compleja intentar hacer proyecciones sobre posibles
escenarios políticos de cara a futuras elecciones. Pero, sin duda que todos
aquellos que sentimos un interés en la política debemos hacerlo, ya que
dedicamos parte de nuestro tiempo a pensar estrategias que permitan a nuestros
espacios políticos lograr un posicionamiento fuerte en el plano nacional.
Así que vamos a intentar en las siguientes líneas hacer algunas reflexiones
sobre el escenario político nacional en vista de que ya ha trascurrido una
parte importante del actual período de gobierno, y es tiempo de que los
partidos empiecen a ir “calentando sus motores” para lograr posicionarse de la
mejor forma en 2014 y 2015.
El escenario:
En una democracia liberal el escenario político, tiene dos partes básicas: el
gobierno y la oposición, por supuesto que tanto este como aquella son
dimisiones complejas y no fácilmente asibles a definiciones sencillas. Pero el
sistema político uruguayo se ha caracterizado por su estabilidad y dinámica
lenta en los cambios. No es un sistema “explosivo”, la “partidocracia uruguaya” por el
contrario mantiene las características de ser un sistema político amortiguado,
donde los cambios se dan de forma lenta, adoptan más la forma de transiciones
que de revoluciones, por decir de algún modo.
Y así cualquier ciudadano que se interese por la política puede percibir que el
juego ya se ha iniciado, y que cada uno de los actores esta intentando definir
una estrategia para posicionarse de cara a 2014.
A simple vista, y según las mediciones presentadas por diversas empresas
encuestadoras, el escenario político mantiene los mismos rasgos de estabilidad
que se pueden ver desde 2004. Tomando como referencia las elecciones de 2009 el
FA continúa siendo el claro favorito, y es evidente que tiene más chances que
ningún otro partido de repetir el gobierno de 2014. Obviamente que no han sido
definidas las candidaturas, y ello puede variar un poco los totales de votos,
pero un partido que tiene seguro más del 40% del electorado parece ser el claro
favorito. En mi opinión puede jugar en contra el“factor Mújica”, es decir una gestión de gobierno no
particularmente exitosa, pero no parece que la misma vaya a comprometer
significativamente la posibilidad de un futuro gobierno del FA, más sabiendo
que es muy probable (yo diría seguro) que la principal carta del FA va a ser el
Dr. Tabaré Vázquez, hoy por hoy la figura política de más peso del país.
Del lado de la oposición el escenario no ha sido definido, es claro que los
resultados de las elecciones de 2009 quebraron el escenario bipartidista que se
había instalado entre el FA y el PN en 2004, de forma similar a como la
aparición del FA había quebrado el bipartidismo en 1971, en vista de una muy
buena campaña electoral y un proceso de renovación iniciado, con un muy intenso
trabajo(en especial de la gente de “Vamos Uruguay”), el Partido Colorado pudo
salir del estancamiento en que se encontraba en 2004 y logró obtener un 17% de
los votos, del lado del PN un análisis superficial que compare su votación de 2009
y 2004 puede generar confusiones, llevando a pensar que ese partido sufrió una
pérdida de votos. En realidad es más probable que el muy buen desempeño del PN
en 2004 tuviera su correlato en una debacle del coloradismo, y que en 2009 algo
de lo que se había perdido en 2004 volviese al PC. En ese sentido la elección
de 2009 demuestra(y las mediciones de opinión posteriores confirman) que el
país se encuentra dividido en dos mitades políticas, y que en los hechos los
Partidos Fundacionales no han logrado recobrar parte de su peso electoral de
antaño, porque no han sido capaces de “perforar” el caudal de votos de la
Izquierda.
El proceso político del Uruguay desde la restauración
democrática y hasta 2009, fue de una constante hemorragia de votos desde los
PPTT hacía el FA, que tiene diversas causas; el politólogo Luis Eduardo
Gonzáles había calculado en 1999, que el crecimiento electoral del
FA(6.5%) le iba a permitir ganar en primera vuelta en 2004 tal y como en efecto
pasó, a partir de allí(y en las elecciones de 2009 es claro) se detuvo
ese crecimiento de la izquierda, de la misma manera que se detuvo la caída de
los PPTT, sin embargo la situación no ha logrado ser revertida. Así, el
escenario político es un virtual juego a “dos mitades” que se parece a un
empate.
En el actual escenario, aún con el viento en contra (y con las actuales reglas
de juego) los PPTT pueden llegar a recuperar el gobierno nacional, como dice
Luis Eduardo González: las victorias o derrotas se miden en uno o dos puntos, no
son por paliza, en cierto modo las reglas del balotaje generan esa posibilidad.
Ahora
¿qué es más acertado para los Partidos Nacional y Colorado, pensar en una
estrategia de corto plazo, ver de que forma logran ser juntos la mitad mayor,
aunque solo sea por un punto, o intentar pensar una estrategia de mediando y
largo plazo que les permita crecer de forma más sólida.
En ocasiones parece como que la estrategia de blancos y colorados fuera
meramente coyuntural, vemos el titular del día, la equivocación concreta del
gobierno y allí le pegamos. Esa estrategia no puede lograr frutos distintos,
porque el gran problema no es convencer a quienes ya nos votan que lo que
decimos es correcto, sino por el contrario “cruzar” la frontera y jugar en el
campo del otro, intentar convencer al otro.
En lo personal no se qué es lo que van a hacer los nacionalistas, ni busco
inducir en sus definiciones, no soy y no seré blanco. Pero si me interesa que
el Partido Colorado se convierta en la opción de gobierno que pueda desplazar
al FA del poder.
¿Cuál
es la estrategia de los partidos opositores?:
El PN aún no tiene su estrategia definida, pero corre con ventaja, primero
porque es el partido más grande de la oposición, y segundo porque tiene
competencia interna, hay al menos dos tendencias definidas, por un lado
Larrañaga y su grupo, que juegan a captar el centro del espectro político,
manteniendo una línea opositora de dialogo con el gobierno. Por otro el
herrerismo, más combativo, pero que aparece sin un referente claro, y que
probablemente sea segundo en 2014. Hay otros intentos como el del senador
Saravia de crear una línea de “izquierda” enfocada en un discurso de corte
nacionalista que no sabemos qué éxito puede tener. Pero lo cierto es que el PN
corre con ventaja en el plano opositor, si bien le faltan nuevos liderazgos.
En el PC gran parte de la cuestión se encuentra resuelta, lo que tiene cosas
positivas, pero también nos juega en contra. Nuestro partido viene ocupando un
rol fuertemente opositor al gobierno, tarea que es común a VU y al PROBA. Se
viene perfilando como ¨”El” opositor. Y presenta una situación mucho menos
dinámica en su interna, ya que sobresale como figura de peso la presencia del
senador y líder de VU; Pedro Bordaberry.
¿Cuáles son los peligros de nuestra situación? Yo veo dos, el primero es que al
no existir una competencia fuerte en la interna el partido pierde dinamismo, le
falta “oferta”, y además su rol de opositor “duro” al gobierno le deja
encerrado en el espacio de la centro-derecha por el cual los márgenes de
crecimiento no son mucho más. No queremos que se entienda como una crítica al
trabajo de los compañeros del partido, que han trabajado de forma intensa, en
especial el grupo de VU ha logrado una proyección nacional, e impulsado
iniciativas que posicionaron al partido nuevamente en la cancha.
Más bien es un reconocimiento a lo que falta por
hacer, es fundamental que los demás sectores del partido logren cobrar más
visibilidad, de alguna forma el intenso trabajo del PROBA de Maldonado que es
presente en todos los temas del departamento muestra que es posible crecer y
ser visibles por fuera de VU. Más visibilidad y más amplitud de temas y
propuestas son el único camino real de crecimiento del PC, y ese crecimiento no
se logra solo con Vamos Uruguay, en mi opinión ese sector ya se encuentra muy
cerca de su techo electoral, el crecimiento ahora debe buscarse por otro lado
los votos que el partido necesita están al centro, el FA ha captado mucho de ese
electorado al moderar su discurso y sus propuestas. Los otros votos son los de
los jóvenes, que desde hace mucho han venido siendo elusivos a los partidos
tradicionales.
En el caso del PI, tercer partido opositor su situación es aún más compleja, ya
que no ha logrado tener visibiliedad, y su discurso como actor opositor ha
resultado opacado por las estrategías de Larrañaga y Bordaberry, lo que sin
duda complica su situación de cara a 2014.
Las soluciones a los dilemas de la oposición no son fáciles, pasan por un
pienso a más largo plazo, en lo personal creo que nos enfocamos mucho en la
coyuntura del momento, en señalar los errores del gobierno del FA, en parte
porque nuestra situación como opositores es muy débil, nos enfrentamos a
gobiernos con coyunturas muy favorables y márgenes de opinión pública también
favorables. Así dadas las situaciones ni los “sublemas accidentales” ni los
intentos de fusión van a dar resultados, porque nadie es dueño de los votos.
Con coyunturas favorables, y apoyada en una poderosa hegemonía cultural
gramsciana, y poseedora de la figura política de mayor peso del país, la
izquierda tiene para rato.