El corona virus y su consecuencia no deseada por
nadie la cuarentena han provocado en Argentina la aparición de dos nuevas
grietas que mantienen a la población enfrentada e incomunicada en 3 sectores estancos.
Está de un lado el sector de los argentinos que no
han visto sus economías personales alterarse de manera significativa con la
cuarentena
Fuena de los dueños de las grandes extensiones de
tierra y los felices detentores de las grandes fortunas que no entran en esta
ni en ninguna clasificación porque están por encima de todo y de todos,
revistan en este grupo los afortunados mortales que tienen ingresos fijos procedentes del Estado o
de cierto tipo de grandes empresas (
Bancos por ejemplo ) que han permanecido bastante al margen de los duros avatares
de la Economía. Este grupo es el más entusiasta defensor de la cuarentena por
tiempo inde4terminado siempre y cuando no afecte las actividades de quienes
ellos necesitan para poder vivir (
supermercados, bancos, hospitales, tv ). Y ya que mencioné a la TV integran
este gfrupo los periodistas estrella de
la TV con sueldos holgados que continúan haciendo sus programas desde cada y
recibiendo sin reducción alguna sus habceres.
Para este grupo , satisfecho y gozando en algunos casos
( como los jueces, la mayor parte de los empleados bancarios ) de bienvenidas
vacaciones ya que cobran y no trabajan es impatriótico y propio de asesinos
seriales formular a críticas a la cuarentena. Sostienen que la vida está antes
que nada y que si la cuarentena provoca dificultades hay que aprender a
aguantarlas. Es fácil decir esto cuando uno tiene que aguantar muy poco, cuando
no ha visto desparecer los ingresos de su grupo familiar y cuando hubo que
tragarse el amor propio y vivir de limosna. Imagino como pondrían el grito en
el cielo si se decidiera votar un corte del 50% en sus ingresos para con ellos
restituirle las fuentes de ingresos a los que las han pedido. Y no es que lo esté proponiendo porque creo
firmemente que la solución está en buscar el dinero en los sectores más
privilegiados y no en la clase media . Apenas estoy formulando un llamado a ser
menos egoísta y comprender un poquito la situación de los demás.
Hay un grupo B de los que mantienen sus ingresos
pero han tenido que aceptar cortes y reduccioens, sea porque trabajan menos días
, menos horas o simplemente porque tuvieron que aceptar que les paguen menos
por la misma labor. Este grupo está
descontento, inquieto, pero teme más al virus que al hambre y en consecuencia
clama por modestas alteraciones a la cuarentena principalmente que afecten al
sector del cual proceden sus ingresos
Y hay un tercer grupo que en estos días está
arañando el 50% de los argentinos que de la noche a la mañana han visto
desaparecer sus ingresos y ven a sus empresas, sean ellas las pequeñas empresas
de su propiedad o aquellas en que trabajaban, prohibidas de atender al público
y trabajar o enfrentando una demanda
drásticamente reducida por la malaria general en que hemos caído.
A este grupo por ahora lo mantienen a raya los
informes apocalípticos sobre la marcha del virus en otros lados , las pilas de cadáveres de Brasil EEUU o Chile,
y el temor a la represión.
PERO ES
UNA BOMBA DE TIEMPO. Si las actuales condiciones se mantienen son de temer
estallidos sociales como los que se produjeron en Chile donde la gente optó por
morir luchando en las calles en lugar de morir pacíficamente en sus casas, víctimas del
hambre y la falta de medicamentos.
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