Para el mi el asunto es clarísimo : nada contra la
existencia de institutos de enseñanza privada mientras sean mantenidos por
recursos privados, sea de los alumnos pagos sea de las empresas que actuan como
sponsors.
Totalmente contrario a que el estado distraiga
recursos de su presupuesto de educación, siempre insuficiente para atender las
necesidades de la enseñanza publica, en hacer donaciones o exenciones en favor
de la enseñanza privada. ( en Brasil por ejemplo los organismos de enseñanza
privada y las iglesias no pagan ni los aportes patronales de sus empleados que
son pagos por el público general, sea o no creyente , mande o no sus hijos a la
enseñanza privada.
Y no vale hacerse trampas al solitario : si los empresarios
quieren donar fondos a la enseñanza
publica, que lo hagan con su propio dinero y no con el que el Estado les da por
la via de permitir que sus donaciones se descuenten de los impuestos.
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