Con la previsible destitución de Dilma hoy en el
Senado de Brasil, el continente da un paso gigante hacia la unanimidad de gobiernos
de derecha neoliberal, adictos a la división internacional del trabajo que
condena a los países de América Latina a ser
meros productores de materias primas baratas para los países
industriales, al neocolonialismo que nos quiere
DIVIDIDOS Y DOMINADOS
Da tristeza admitir que los partidos de izquierda,
o progresistas o populistas hicieron el juego de esta reconstruccion
conservadora que nos va dominando, con gobiernos mediocres que no acertaron a
impulsar las reformas estructurales que
estos países necesitan , que no tocaron la tenencia de la tierra, los monopolios
exportadores de granos,los oligopolios informativos, la banca internacional que
domina los mercados financieros de nuestros países, y a lo sumo se dedicaron a
aliviar la situación de los más
sumergidos. Y que para colmo cayeron en muchos de los vicios que tanto se
condenaron cuando los practicaban los partidos de la derecha.
América Latina desperdició otra oportunidad de
liberarse y vuelve ahora a la noria colonial. Pero queda la esperanza que los
pueblos comprendan ahora que se les quitará todo lo ganado la mniobra de que
fueron víctimas y reaccionen, que este retroceso no sea al final ni tan
profundo ni tan duradero y que pronto estemos otra vez transitando el camino
hacia la libertad y la democracia entendida como gobierno de las mayorías para
las mayorías y no como un método para que las minorías logren engañar a las
mayorías y hacerlas apoyar lo que esas minorías les conviene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario