sábado, 5 de mayo de 2018

IZQUIERDISTAS Y POPULISTAS DOS ENEMIGOS EN EL PASADO IRRECON CILIABLES, OB LIGADOS A CON VIVIR POR EL ACOSO DE LA DERECHA




La ola derechista que barre el mundo en general y América  Latina en particular, ha producido un raro fenómeno que hasta hace poco tiempo era inconcebible.
Dos especies emparentadas genéticamente pero tradicionalmente agresivas entre sí al verse arrinconadas por la pérdida del poder y las persecuciones gubernamentales han cobrado una cierta conciencia de lo que las aproxima y están teniendo una convivencia más pacífica .
Las izquierdas y el populismo fueron tradicionalmente enemigos y los primeros no vacilaron inclusive en aliarse con fuerzas de la derecha para para atacar a los  segundos. Fue así en Argentina en 1945 y en 2015 donde la izquierda le dio la espalda a Peron primero y recientemente se negó a votar a Scioli favoreciendo la victoria de Macri , y en Uruguay  en 1968 donde los partidos de izquierda fueron muy críticos del gobierno de LUIS BATLLE BERRES y favorecieron el ascenso al poder del herrero-ruralismo.
Izquierdas y populismo tienen  una coincidencia básica : la noción de que debe alterarse la distribución de la riqueza para favorecer a las mayorías reduciendo la predominancia de la  elite económica que monopoliza el grueso de los bienes.
Pero los separa una diferencia fundamental de conceptos. Las izquierdas tienen la convicción de que la mejoría de la situación de las clases sumergidas sólo se puede dar mediante una drástica transformación de las estructuras económicas, modificación que en el caso de las vertientes marxistas pasa por la abolición de la prop8iedad privada de los medios de producción y en el caso de las vertientes socialdemócratas por la existencia de un Estado fuerte que marca rumbos a la Economía, controla, inteviene y hasta en algunos casos asume la conducción directa de ciertas actividades económicas esenciales.  Los populistas en cambio creen que las clases desposeídas no tienen tiem po de esperar que todo eso se produzca, que necesitan comer ahora y propician un Estado Benefactor que distribuya asistencia económica, subsidie insumos esenciales, valiéndose para ello sea de la recaudación de mayores impuestos cobrados a quienes tienen capacidad de pago o si esto no alcanza con el déficit fiscal.
América Latina ha tenido muy pocos gobiernos  de izquierda : EL BATLLISMO ORIGINARIO DE JOSE BATLLE Y ORDOÑEZ, EL SOCIALISMO DEMOCRATICO DE SALVADOR ALLENDE, LA DICTADURA COMUNISTA DE FIDEL CASTRO, Y QUIZAS ( DIGO QUIZÁS PORQUE NO CONOZCO EN PROFUNDIDAD EL CASO) EL GOBIERNO DE LOS CORONELES PERUANOS CON VELAZCO ALVARADO A LA CABEZA.
En cambio ha tenido muchos gobiernos populistas. Y quizás de ello se derive la inquina  que la izquierda le tiene al populismo y que llevó a que mucho antes de que la derecha descubriera la palabra la izquierda ya la estuviera utilizando despectivamente contra los que hasta entonces eran llamados   progresistas , o reformistas. La izquierda siempre vio al populismo como un enemigo que le arrebata apoyos y lo que desde el punto de  vista suyo es aún peor, al mejorar  las condicioens en que viven las clases más bajas, mitiga su rebeldía , las hace menos necesitadas de un cambio radical, las torna conformitas.
Y más recientemente con tantos países  bajo el gobierno de agrupaciones políticas populistas, la crítica ,que los hermanó de hecho con la derecha, a las prácticas no trasparentes de la administración con graves sospechas de corrupción y con una evidente asimilación  por parte de los funcionarios en posiciones de poder, de los estilos de vida de los poderosos.
Cuánto durará esta paz transitoria y qué grado de fortaleza tendrá, es imposible saberlo. Pero por el momento izquierdistas y populistas recluídos en el mismo rincón  ( cuando no el mismo calabozo )y sujetos a las mismas persecuciones, han pospuesto sus rencores y ven lo que antes nunca vieron : el enemigo no es el otro, es la derecha.

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