La sociedad contemporánea en que vivimos alberga en
su seno una grave contradicción que está envenenando nuestras vidas y
dificultando la convivencia pacífica entre todos.
Por un lado todo el aparato publicitario y mediático
en general , con la TV a la cabeza estimula el consumo, nos crea necesidades
que sin ellos no tendríamos y nos transforma de ciudadanos a consumidores compulsivos
porque de ello es que vive el sistema-
Y además nos convencen de que la felicidad suprema
está en consumir, en poseer esos envidiables objetos que nos muestran en las
pantallas, objetos que además nos dan status, nos convierten en respetables
para terceros.
Como podemos ser felices si no tenemos el último
modelo de celular, o si no usamos zapatillas de la marca tal y cual, si
viajamos en taxi en lugar de viajar en UBER que es LO distinguido, y así sucesivamente.
_El problema es que paralelamente a esta tarea de
sembrar necesidades en nosotros , el sistema está orientado a que la renta se
concentre cada vez en menos personas, que las otras personas vivan con niveles
de vida cada vez más bajos. A que grandes cantidades de la población no tengan
presente ni mucho menos futuro porque han quedado marginadas del mercado de consumo
ya que sus ingresos los han dejado fuera.
Y además nos convencen de que vivimos en un mundo de
igualdad de oportunidades, que el éxito o fracaso están en nuestro esfuerzo, en
los talentos diferenciales que tenemos.-
MENTIRA ¡! Un
chico/a de 8 años que tiene que salir a trabajar porque en su casa no hay plata
o que tiene que hacer de padre o madre de sus hermanitos menores ya que los dos
padres están fuera de casa , no tiene las mismas oportunidades que un chico de
un hogar solvente, que concurre a un Colegio Privado donde se junta con chicos
iguales a él y va aprendiendo idiomas que le servirán años después para viajar
al extranjero y doctorarse en el primer mundo haciendo palidecer al chico más
modesto que haciendo esfuerzos y estudiando de noche se formó en una
universidad pública del país.
Y que aún en el caso de que por un milagro el chico
modesto haya podido formarse en el exterior como el chico rico porque ha ganado
una beca, a la hroa de buscar un empleo aún no son iguales. No es lo mismo
buscar un empleo siendo hijo de… que un soberano don nadie. Y esto es así en el
Estado pero también ( o quizás más ) en la actividad privada.
Vivimos en un sistema en que nos hacen desear cosas
que no necesitamos y luego nos hacen sufrir porque no las podemos tener.
Una sociedad en la que a la inversa de lo que ocurría
antes , estudiar no es garantía de nada. Cuantos chicos de barrios humildes
crecen en medio a la frustración de sus padres desempleados pese a haber
estudiado toda la vida y a tener excelente nivel de estudios ¿?
Como convencer a esos chicos que el Colegio es mejor
que la calle ¿? Que el tráfico y sus empleos bien pagos no es una buena
perspectiva de futuro ¿?
ES UNA SOCIEDAD QUE ASI SIEMBRA LA FRUSTRACION EL
DESANIMO LA FALTA DE HORIZONES Y EN DEFINITIVA LA VIOLENCIA.
Y después nos quejamos porque la violencia aumenta y
queremos escuadrones de exterminio que para protegernos acaben con la vida de
quienes nos ponen en peligro.
Una sociedad en la que pronto los que aún tenemos un
nivel de vida tolerable viviremos recluídos en barrios cerrados de los cuales no saldremos por miedo a lo que hay
allá fuera, como si fuera la selva con sus animales salvajes y depredadores.
Cuando comprenderemos que las sociedades más pacíficas
y más felics son aquellas en las cuales las diferencias sociales no son
extremas ¿?
Que no precismos un Bolsonaro, un Temer, un Macri una
Patricia Bullrich, que a la larga solo agravaran nuestros problemas.
Es hora de meditar., dejar de tomar decisiones
impulsivas con el corazón atemorizado y hacer un poco más de caso a la mente.
De lo contrario estamos perdidos.
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