EL ORIGEN DEL ODIO Y DE LA GRIETA

 

 

EL ORIGEN DEL ODIO Y DE LA GRIETA

 

El relato de la derecha argentina es que la grieta y el odio de clases se originaron durante el gobierno de CRISTINA KIRCHNER con sus ataques sistemáticos a los opositores.

Cristina no fue, es verdad , una pacificadora pero el odio y la grieta se originaron mucho antes. Alla por 1945, con la llegada del Coronel Peron ( y lo llamo Coronel porque en realidad él terminó su carrera militar con ese grado y solo alcanzo los grados superiores mediante una concesión de su propio gobierno. ) con su esposa EVA DUARTE que fue a la vez la mujer más querida y más odiada de la historia. Cristina recibió una buena dosis del odio opositor , pero con ella se quedaron en LA YEGUA, LA CHORRA, LA ASESINA. No la llamaron ESA MUJER, no la acusaron de ser PUTA y cuando fue operada presuntamente de cáncer nadie escribió VIVA EL CÁNCER  en las paredes de la Quinta.

Antes de 1945 Argentina era un paraíso.  Por lo menos para ellos .Un país en paz. Los grandes dueños de la tierra ganaban fortunas con sus cosechas hiper abundantes que eran demandadas por los países ricos para alimentar a su población. Y había importantes superávits del comercio exterior, porque si bien se importaba todo, el consumo era muy bajo porque buena parte de la población estaba excluída del mercado. Había disciplina social. Los trabajadores sabían que había pocos puestos de trabajo y aceptaban mansamente las condiciones de trabajo que les eran desfavorables : largas jornadas de sol a sol, mujeres y niños  trabajando sin exclusión , ausencia de leyes sociales ( aguinaldo vacaciones, indemnización por despido, seguros médicos  ) salarios apenas suficientes para mantenerse.

Y allí llegó el Coronel imbuído quizás de una filosofía social diferente o hábil programdor de un movimiento que se apoyaba en las masas agradecidas  para mantenerse en al poder. Se adoptaron las leyes sociales que durante años los partidos de izquierda con Palacios a la cabeza habían querido implementar. Se le dio el derecho de voto a las mujeres. Y se abrieron industrias. Los trabajadores emigraban en masa a la capital para aprovechar las mejores condiciones de empleo y los estancieros  ya no tuvieron a su disposición masas de desempleados dispuestos a trabajar por mendrugos.

Y allí comenzó el odio. La hasta entonces elegante ciudad capital se vio invadida por personas de piel más oscura que denotaba un pasado no  puramente europeo, que no se vestían con elegancia ni tenían el nivel cultural de la elegante clase media que había dominado el país. Y el colmo de los colmos comenzaron a mandar a sus hijos a los mismos colegios adonde iban los hijos de la “ gente bien “ a concurrir a los mismos epspectáculos y lugares de esparcimiento de la clase media y hasta a invadir sus barrios. El odio se hizo necesario para defenderse de esta invasión de los excluídos de ayer. Y asumió características violentas con los intentos de derrocar el gobierno, los bombardeos a civiles inocentes, y llego al paroximo con los secuestros y asesinatos de la dictadura de Videla y más sutilmente pero con  igual crueldad con las prisiones preventivas , la doctrina Irurzum, los teléfonos espiados, el chantaje a los testigos y el desplazamiento de jueces no amigos de la causa.