El Presidente
del Banco central se ufanaba el otro día diciendo que Argentina, contrariamente
a lo que se cree es un país ACREEDOR y no DEUDOR en el mundo.
Se basa en
el hecho de que los particulares y las empresas tienen en el exterior fondos
que exceden en un 50% al total de la deuda externa argentina, aún después del
brutal aumento que ha sufrido durante los últimos meses , en los cuales creció
el doble de lo que creció en la misma cantidad de tiempo del gobierno de
Videla.
Es una
tradición de los hombres de negocios argentinos mantener buena parte de su
capital en el exterior a cubierto de la legislación de los gobiernos locales.
En épocas como la actual esto se puede hacer a la luz del día porque es
totalmente legal hacerlo. En épocas de control cambiario ( cepo, como lo
bautizo la derecha para hacerlo melodramático ) hay QUE RECURRIR A LA
SUBFACTURACIÓN DE LAS EXPORTACIONES. Un exportador le vende en un precio figurado un producto a una firma
del exterior, que generalmente es suya o de un testaferro, esta se lo vende al
importador real al precio verdadero que en algunas épocas llegó a ser 3 y 4
veces el valor declarado.
Existe
inclusive la sospecha de que buena parte del dinero que entra al país para
invertirse en el mercado financiero es en realidad dinero de argentinos,
escudados en sus empresas off shore que son las que en apariencia ingresan el
dinero.
Somos ricos
entonces ¿?
NO TANTO . LAS DEUDAS SON DE TODOS LOS ARGENTINOS – LOS FONDOS EN EL EXTERIOR SOLAMENTE
DE ALGUNOS.
LAS PENAS Y LAS LEBACS SE VAN POR LA MISMA SENDA…………
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