Revelan un
duro plan de ajustes en el ministerio del trasporte.
Involucraría
una gran cantidad de despidos, la supresión de algunos servicios como el
traslado en ómnibus a los Aeropuertos, la privatización de otros y lo más grave
de todo una supresión de varios organismos de control, debilitando la capacidad
del Estado de controlar ciertas actividades e impedir maniobras.
El Gobierno
precisa hacer urgentes cortes en los gastos, ya no para acaba r con el déficit,
sino para pagar los intereses de la sideral deuda pública que el Banco Central
está contrayendo supuestamente para acabar con la inflación.
Esto no será
elogiable pero si comprensible.
El problema
es que además todas estas privatizaciones y debilitamientos de los controles
viniendo de un gobierno integrado por empresarios y CEOS levanta sospechas de
hasta qué punto no se está buscando crear nueva oportunidades de negocios.
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