El peronismo ,que perdio las elecciones por un magro 2,8%, con mayoria en el senado y reteniendo el poder en varias provincias y ciudades, es victima precisamente de esas victorias, porque los gobernadores e intendentes precisan asegurarse la buena voluntad financiera del gobierno federal y empujan a sus diputados y senadores a hacer una "oposicion constructiva" que apoye aun las más discutibles normas del gobierno como la designación de nuevos jueces comprometidos en la suprema corte ,la capitulación ante los fondos buitre y el permiso para retomar la senda del endeudamiento.
Cristina, muy debilitada
por la sangría de dirigentes peronistas por ahora muy amigables con el
macrismo, viene además sufriendo un terrible acoso publicitario en el que
participan la media, los servicios de inteligencia, la policia y el sector leal
al gobierno del poder judicial, con acusaciones graves de corrupcion a su
entorno inmediato por ahora no probadas pero tampoco enteramente
desechadas como comprobadamente falsas.
Por ahora el partido viene
siendo ganado por goleada por Macri que se dio el lujo de aplicar medidas
duramente impopulares, efectuar una brutal transferencia de ingresos en favor
de los sectores oligárquicos y mantener un alto nivel de popularidad.
COMO
PARA NO BAILAR EN EL BALCON.
VER EN EL LINK EL EXCELENTE
ARTICULO DE EL OBSERVADOR DE MONTEVIDEO, DIARIO DE DERECHA QUE SE DICE TIENE
UNA ESTRE<CHA RELACION CON EL OPUS DEI
destaques del articulo :
Pasó apenas un año, pero parecen
lejanísimos aquellos días en los que se pronosticaba que el kirchnerismo
impondría su voluntad a cualquier gobierno, gracias a la fuerza arrolladora de
su mayoría parlamentaria, que le permitiría bloquear cualquier iniciativa
oficial.
Pero ese
pronóstico era, como algunos sospechaban en ese momento y como todos están
comprobando hoy, un análisis defectuoso, que desconocía una de las verdades
inmutables de la política argentina: en el peronismo, la única lealtad
inquebrantable es con la propia supervivencia
(…)
A juzgar por los resultados de
las votaciones parlamentaria, el ascendente de Cristina Kirchner sobre su
propia bancada se ha desmoronado en un proceso acelerado: apenas 11 senadores
de 40 siguieron su consejo.
(…)
El asunto de fondo, como siempre,
es plata. Para muchos legisladores peronistas, especialmente para los que están
vinculados a los gobiernos provinciales, el éxito político está atado a la
capacidad de obtener partidas presupuestarias y una tajada importante del
reparto de impuestos, de manera de contar con margen para obras públicas y
financiar iniciativas de rédito electoral.
(…)
Esta situación está lejos de
sorprender a la propia Cristina Kirchner, que sabe mejor que nadie la
diferencia entre ser leal a un dirigente en el poder y mantener esa fidelidad
cuando el dirigente está en el llano. No por casualidad, en su carta admitió
que entendía la existencia de tentaciones de pactar con el gobierno, como una
forma de asegurar el capital político individual.
Ya había dado muestras de
entender el nuevo panorama político cuando, en abril, transformó su
comparecencia ante un juzgado en un acto de apoyo masivo, frente a los
tribunales federales de Comodoro Py.
En aquella ocasión, Cristina no
se dejó engañar por la imponente convocatoria militante: admitió que con el
kirchnerismo puro no iba a alcanzar para frenar al gobierno macrista, y por eso
propuso conformar un "frente ciudadano" capaz de ejercer presión para
convertir al Congreso en una "escribanía del pueblo".
Pero, a menos de tres meses de aquella convocatoria, ya se puede hablar
de un fracaso completo. Cristina no solo no logró sumar fuerzas
extrakirchneristas a su "frente ciudadano", sino que está viendo
licuarse su propio grupo político a pasos agigantados.
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