Una de dos :
o el debate electoral en Francia es tan espantosamente superficial como en nuestros
paises, o se sabe bien poco de lo que los dos candidatos piensan hacer con la
economía francesa- Todo lo contrario de lo que sería un debate auténticamente
democrático en el que los candidatos estarían obligados a expresar cuales serían
sus medidas si ganaran y pudieran ser acusados de fraude electoral si sus hechos
posteriores desmintieran sus anuncios.
Sospecho
quer en un debate así a MACRON no lo
votaría ni su madre, y no hubiera llegado al balotaje. En cuanto a LE PEN sólo
sabemos de ella un par de exabruptos y declaraciones chauvinistas muy al gusto
de la clase trabajadora francesa que se siente en peligro ante los inmigrantes
que compiten por los pocos empleos que no están en peligro debido a la
globalización. Pero poco sabemos de cuáles serían sus medidas si llegase al gobierno
y hasta da para sospechar que ella misma no lo sabe.
La
democracia se está deteriorando cada vez más en la medida en que las elecciones
se están convirtiendo en un show tdelevisvo mas en el que se busca captar al
electorado con tretas de marketing y muy poco se habla de lo que realmente
cuenta.
O, como en
el caso reciente de Argentina, un candidato se elige diciendo lo contrario de
lo que hará y asumiendo una personalidad publica falsa delineada por su gerente
de marketing. Y sin que los electores engañados , estafados puedan revocar su
mandato por falsedad.
El siglo 21
nos está presentando una sutil nueva forma de dictadura en la que los
marketineros y asesores de imagen asumen el papel que antes tenían los tanques.
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