Los
argentinos se fueron acostumbrando gradualmente a partir de 1955 a ver a sus
Fuerzas Armadas como un Ejército de Ocupación Extranjero que venía a
empobrecerlos y por añadidura reprimirlos.
Esta visión
obviamente alcanzó su punto más alto en los años de la dictadura de VIDELA, con
su secuela de exterminios desapariciones forzadas y robo de bebes.
Las cosas no
volvieron a su cauce normal con la caída del régimen y la asunción de Alfonsin,
porque se hizo evidente que los militares conservaban su poder de fuego y Alfonsin
debía utilizar todo su coraje cívico para enfrentarlos, y hasta en algún caso
no tuvo más remedio que recular ante la evidencia de que o lo hacía o volvía la
noche.
El odio de
la población no amainó. Mas bien se
intensificó porque ahora se podía hablar sin miedo y comenzaron a verse las
barbaridades perpetradas.
Menem aplicó
una política de doble juego, como era su estilo. Por un lado LES DEVOLVIO EL
HONOR Y LA LIBERTAD con los decretos de
indulto. Por otro lado les arrojó el presupuesto encima como antes Alfonsin les
había arrojado la Justicia.
Los
militares, con presupuestos apretados, fueron perdiendo importancia, papel
estelar., Fueron desapareciendo en la lontananza. Al punto que hoy en día
ningún cronista político podría mencioanr el nombre de los Tres Comandantes de
las Fuerzas y mucho menos de las diversas regiones del Ejercito, un
conocimiento que antes era imprescindible y que hoy día es mucho menos útil que
conocer los nombres de los Jueces y Fiscales del Fuero Federal.
Pero la
población no cesó de verlos con un
fuerte sentimiento de rechazo. Pesaron la falta de un punto final en el que se
revelara el destino de los desaparecidos y la DEVOLUCION DE LOS NIÑOS
SECUESTRADOS AL NACER.
Kirhcner
reabrió los procesos , ya sin necesidad
del coraje de Alfonsin, porque luchaba contra un enemigo debilitado.
Pero hubo
una total continuidad de los 3 gobiernos democráticos en mantener presupuestos
bajos, no reequiparlas ( para que fortalecer a los represores ¿??)
Y así
gradualmente Argentina se fue quedando sin unas Fuerzas Armadas debidamente
equipadas y entrenadas para lo que debió ser siempre su función : defender la
soberanía y los límites terrestres marítimos y aéreos del país, y no la
represión a sus ciudadanos.
Quizás la
tragedia que estamos viviendo en este momento con el submarino sea el factor
desencadenante de un replanteo de la situación y de la búsqueda de reconstruirlas y
devolverlas a su función natural.
PERO HAY UN TREMENDO
INTERROGANTE QUE ES MADRI. El momento sería para poner en el Ministerio de _Defensa
una gran personalidad, experta en el tema y sin vínculos partidarios demasiado
comprometedores, que elaborara una Política de Estado teniendo en cuenta que
LAS FUERZAS ARMADAS SON DE LA NACION, NO DEL GOBIERNO.
Pero
conociendo a Macri quien puede garantizar que no optará por una opción
partidista y sobre todo una visión que tome muy en cuenta los intereses de lso
empresarios que le danzan alrededor. ¿?
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