CONFIESO QUE ESTUVE PRESO NO UNA SINO DOS VECES
Fue allá por los fines de la década del 60. Uruguay
vivía bajo el gobierno de PACHECO ARECO un presidente constitucional que había
heredado el cargo siendo vicepresidente electo democráticamente al fallecer el Presidente Gestido, claramente como
consecuencia de las tensiones a que fue sometido durante su breve pasaje por el
poder.
Pacheco, utilizando como pretexto la lucha contra la
guerrilla urbana, descubrió un artículo de la Cosntitución que lo habilitaba en
caso de necesidad para tomar “medidas prontas
de seguridad” sometiéndolas a posterior revisión del parlamento, y le dio una
peculiar interpretación en la que él tomaba no medidas concretas sino que declaraba el Estado de Medidas
Prontas de Seguridad y una vez declarado ese estado podía adoptar todo tipo de
medidas por decreto mientras no se las derogaran.
Una de sus primeras medidas fue establecer la
censura de prensa, enviando oficiales del ejercito a los periódicos ( que
entonces eran el principal medio de información ) que decidían qué podía y que no podía publicarse .Y acto seguido
estableció la prohibición del derecho a manifestarse, limitó el derecho de
reunión y declaró fuera de la ley el derecho de huelga.
Por entonces yo trabajaba en uno de los mayores
Bancos Privados del país y tenía dos cargos :
-el Banco me había designado JEFE DE CONTADURIA y
como tal estaba en mis manos toda la información contable del Banco, que era
particularmente sensible porque la Institución tenía una situación financiera
comprometida que si llevada al conocimiento público determinaría una corrida
bancaria y su inmediato cese de actividades, arrastrando muy probablemente a
otras instituciones. Se desprende de ello que por manejar información muy sensible
yo era un funcionario de la más alta confianza del Directorio, que era
presidido por un hombre de la UNION CIVICA , un hombre de altos quilates morales,
conservador, JUAN VICENTE CHIARINO, que luego fue Ministro de Defensa en el
retorno a la democracia.
-los empleados del Banco me habían designado
PRESIDENTE DE LA COMISION REPRESENTATIVA DEL PERSONAL, un lazo entre los trabajadores
y su sindicato , la AEBU.
Como AEBU se
negó a acatar la prohibición de paros y huelgas y se declaró en conflicto,
Pacheco decretó que los militantes sindicales integrantes de los órganos de
dirección del sindicato y de las comisioens representativas fueran detenidos y
cumplieran una pena de prisión a ser determinada por el Jefe de Policía . Los
directivos gremiales que estaban en licencia gremial automáticamente pasaron a
la clandestineidad por lo que no fueron detenidos . Nosotros los de las
comisioens representativas fuimos los que sufrimos la dureza del régimen, que en
ese momento de mero ensayo de la
dictadura sería nada comparado con lo que vendría después.
Me vinieron a buscar a mi casa, me sacaron de ella
sin esposar, me llevaron a la Jefatura y me hicieron pasar a un calabozo. Al
rato me sirvieron la cena y el guardia se quedó esperando que la devolviera,
seguro de que no conseguiría probar bocado. Así fue. Pasadas unas horas que
para mí fueron siglos fui sacado de mi soledad y enviado al CUARTEL DE
BOMBEROS donde cumpliría mi detención. Estaban allí otros compañeros, en particular
un gran amigo mío LUIS BREZZO , un militante batllista que después durante la
vuelta de la democracia seria senador, secretario de trabajo, ministro de
trabajo y ministro de defensa antes de fallecer prematuramente por causa de la
maldita enfermedad que me acosa actualmente. El contraste entre la soledad de
los calabozos a la prisión compartida no podía ser mayor. Además los bomberos
nos trataban casi con afecto , limitándose a vigilar que nadie fugara para no
sufrir las consecuencias. Recibíamos comida, visitas no permitidas y hasta programamos un asado y un partido de
futbol para cuando todo hubiera terminado ( no sabíamos que no habría de
terminar tan pronto y que estábamos sólo en el inicio )
Cumplidos los 7 días de la condena que nos había
impuesto el Jefe de Policía que por el decreto de Pacheco hacía las veces de
Juez, nos llevaron a la Jefatura nuevamente donde tuvimos que oír una arenga en
la cual nos explicaba el Jefe que la
Policía no estaba del lado de los Bancos ni de los Bancarios , estaba del lado
de la Ley y la ley era que no se podía hacer huelga. Un compañero que trató de
rebatirlo fue enviado de nuevo a la cárcel por desacato y permaneció otra
semana detenido, una nadería comparado con lo que podría haber ocurrido después.
El mes siguiente, no estando yo en casa vino a
buscarme nuevamente el patrullero. Seguro de que me esperaba una nueva
detención fui provisto de ropa y alimentos y pedí a mi familia que avisaran a
la Gerencia del Banco.
Según parece el Presidente del Directorio
personalmente interfvino ante el poder ejecutivo y obtuvo mi libertad. Es que
yo por mis funciones confidenciales era necesario en el Banco y además de sobra
sabía el Directorio que yo no era exactamente un subversivo, dado que si lo
hubiera sido nada sería más fácil para mí que provocar un caos financiero
divulgando la información confidencial que manejaba.
El hecho es que alguien le ordenó al Jefe de Policía
que me liberara, cosa que hizo con marcado displacer. Nunca olvidaré su frase
de despedida TENES BASTANTE PALANCA PARA
SER UN COMUNSITA, ADJETIVO QUE ÉL ENDILGABA A TODO MILITANTE SINDICAL.
Tiempo después intercediendo por otros amigos
presos ahora en condiciones más desagradables y sin plazo previsto de
liberación, comencé a verme con cierta frecuencia con el Senador Abdala que era
el primero en la línea de sucesión para el Ejecutivo ya que el vice estaba
ocupando ya la presidencia. Fue él el que me dijo que el parlamento no se
atrevía a levantar las medidas porque estaba amenazado de disolución sdi lo
hacía. Yo nunca terminé de creer que fuera verdad, pero los hechos posteriores
me hicieron dudar , porque : a) cuando el Parlamento juntó coraje y derogó el
estado de excepción ,el Ejecutivo se rió en la cara de ellos y lo reimplantó
pocas horas despues b ) el sucesor de Pacheco efectivamente decretó la dislución
del Parlamento y se asumió como dictador ,algo que Pacheco siempre disimuló
todo lo que pudo.
ASI QUE YA SABEN , SOY UN EX PRESIDIARIO.
Y como tal estuve fichado durante largo tiempo,
pues muchos años después cuando ya estábamos directamente bajo mando militar y
yo ya vivía en Argentina,mi casa fue allanada dos veces, mi biblioteca minuciosamente
revisada y hasta me secuestraron un libro subversivo ROJO Y NEGRO DE STENDHAL .
Lástima que el Sargento seguro no lo debe de haber leído.
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