Estoy muy entristecido con la evolución que está
teniendo el batllismo, cada vez más a la derecha, cada vez más mimetizado con
el sector mayoritario del Partido y cada vez más cercano a las ideas de Lacalle
y Novick
En estos días basta oír el discurso o las
participaciones en los debates de los políticos que se proclaman batllistas
para observar con perplejidad que sus posiciones se diferencian muy poco ( si algo ) de las preconizadas por los otros
sectores de la derecha.
Yo comprendo que la necesidad de hacer oposición al
gobierno del FA y sobre todo la necesidad de diferenciarse de los sectores
batllistas que salieron del P.Colorado y que ahora, aunque incómodos, están
dentro del Frente, hace que se busque marcar actitudes màs hacia la derecha.
Pero hay un límite.
Comrpendo también que el batllismo no puede seriamente
salir a decir que el golpe contra Dilma fue injusto porque debe ser fiel a su tradición
de no entrometerse en los asuntos de otro país y decir que algo que se hace en
dicho país es justo o injusto es entrometerse. Pero por lo menos se le podría pedir
a un batllista que no recibiese con champagne y fuegos de artíficio a alguien
que viene a imponer una política crudamente regresiva y colocar al Braisl en la
senda del neoliberalismo,a archivar las ideas de una union de los países
latinoamericanos para luchar por su independencia económica . Y también me
cuesta entender que se llene de elogios al líder de la derecha argentina y a su
“ cambio “ que está haciendo atrasar el reloj social en el vecino país.
Una cosa es no intervenir y otra cosa es intervenir
poniéndose junto a la restauración conservadora , que no es el lugar del
batllismo.
Yo tenía la ilusión de que algún día el batllismo
recuperara el poder perdido en el Partido Colorado y que este volviera a su
pasada grandeza y a ser el escudo de los humildes.
Mucho me temo que soñé una utopía y que los neobatllsitas
están completamente en otra cosa.
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