domingo, 22 de diciembre de 2019

LO DIGO POR ULTIMA VEZ ( SALVO QUE ME PROVOQUEN )




Lacalle es un retrógrado , derechista , neoliberal. Admirador del modelo chileno de los TLCs con el mundo rico abriendo las compuertas para que la eficiente industria europea destruya la poca industria que tenemos, volviendo a un Uruguay primario donde ( exagero, claro ) solo haya patrones de estancia y peones.
Nunca precisó trabajar en su vida. Vivió de la abundante plata de su padre hasta que electo legislador pasó a vivir de la plata de los contribuyentes. No fue lo que se dice un legislador destacado. No se le conocen proyectos importantes y estuvo ausente, como es habitual en él, en las votaciones de otros importantes. Su presencia se hizo notar principalmente en las interpelaciones a Ministros del gobierno y las diatribas que les dedicó.
Nunca fue a un Instituto de Enseñanza Publica. Sus amigos y compañeros pertenecen todos a la elite económica que asola el país cuando la dejan.
Ha llegado al cargo de líder de la fracción mayoritaria del Partido y a candidato presidencial por mera PORTACION DE APELLIDO , un mal que es bastante extendido en Uruguay.
Padece además de una clara tendencia al autoritarismo y tiene arrebatos de mal carácter que en el pasado han llegado a la agresión física dentro del Parlamento.
La única esperanza es que llega al poder apoyado y también acotado por dos partidos políticos de gran tradición en el país, si bien hoy enteramente entregados a la derecha. Estos partidos aportarán el personal de dirección evitando el bochornoso espectáculo del gabinete de ejecutivos de multinacionales que nombro Macri y que hicieron el desastre que hicieron.
Y además no creo que las fuertes Instituciones democráticas uruguayas se presten a la ensañada persecución mediático judicial con que Macri persiguió a los integrantes del gobierno que lo precedió en el mando.
Habrá sin duda investigaciones, denuncias y hasta procesamientos, pero no prisiones arbitrarias y causas inventadas operadas por agentes de espionaje y periodistas venales.
Uruguay, aún en la mala como en los 5 años por venir  tiene mejor clima político que Argentina.
Y no digo GRACIAS A DIOS  porque soy uruguayo y como tal no creyente. Como Dios manda.

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