En el muy peculiar sistema electoral de
los EEUU, interesa menos el número total de votantes que consiga cada candidato
sino los delegados que conquiste para la elección indirecta. Como quien gana
las elecciones en cada estado lleva la totalidad de los delegados del mismo,
interesa mucho más la forma en que estén repartidos los votos que la cantidad
total de los mismos. Da lo mismo ganar las elecciones de un estado por un voto
que por 1 millón. Y hay estados que son clave por la gran cantidad de electores
que envían al colegio.
En las discutidas elecciones en que BUSH
le ganó a AL GORE, teniendo MAS DE MEDIO
MILLON de votos inferior a éste, fue
clave entre otras cosas su victoria (muchos dicen que fraudulenta ) en el estado
de Florida, que le aportaron 27 delegados sin los cuales no hubiera llegado a
la mayoría de 5.con la que finalmente triunfó.
Es por eso que tanto Clinton como Trump
han emprendido una desaforada carrera por los estados que eligen más delegados en procura del triunfo que por
ahora se ha estado mostrando esquivo para ambos
candidatos, que van llegando al
día de la elección sin una clara definición en su favor, situación muy similar
a la ocurrida en el pleito antes mencionado.
El sistema electoral americano tiene algunas
características que pueden ser usadas
para violentar la voluntad popular, manifestada
en las urnas. Esto es así porque en muchos estados los delegados electos NO ESTAN
OBLIGADOS A VOTAR POR EL CANDIDATO PARA EL CUAL FUERON ELECTOS , pudiendo
libremente votar por el contrario. Y está además el problema potencial de
cuando son 3 y no 2 los candidatos que llegan a la elección. Los delegados del
tercer candidato, que no tiene chances de ser electo están de hecho libres para
votar a quien se les antoje entre los otros
dos. Ninguno de los dos extremos se ha
verificado en la vida práctica, pero es evidente que ambos mecanismos denuncian
una debilidad del sistema electoral norteamericano, y que ofrecen un amplio
campo para la negociación a espaldas del elector. Algo que por cierto ya habría
ocurrido mil veces con ese sistema si
imperara en nuestros países más
habituados a las deslealtades y la injerencia abierta y
descarada del poder económico en
las decisiones políticas .
En los EEUU esta injerencia es quizás más
fuerte pero mucho más disimulada. Se manifiesta a través de las donaciones para
la campaña, con una manipulación que se inicia en las elecciones primarias.
Ningún candidato que haya defendido medidas contrarias a los intereses de los
grandes grupos económicos recibe un dólar de donación para su campaña, con lo
que queda excluído de la TV y por lo tanto pierde toda chance de ser electo.
Muchos de tales candidatos directamente renuncian a su candidatura para evitar gastar inútilmente
su dinero y el de quienes los apoyan en una campaña que de antemano está
condenada al fracaso. NADIE EN EEUU LLEGA A SER CANDIDATO A DIPUTADO,SENADOR, GOERNADOR, PRESIDENTE y en algunos
estados FISCAL si no cuenta con el apoyo o al menos con la resistencia
no frontal del poder eco nómico. Y colindante
con estos grupos económicos están los lobistas,
empresas y persona contratadas pro ciertos intereses para defender sus posturas
y que mucho tienen que ver con las donaciones para las campañas y con las posiciones
que asumen los diarios de los cuales son importantes anunciantes. EL LOBBY DE
LAS INDUSTRIAS BELICAS, EL LOBBY DE LAS INDUSTRIAS QUIMICAS, el otrora poderoso
LOBBY DE LAS TABACALERAS, el LOBBY DE LOS PRODUCTORES DE GRANOS, EL LOBBY
SIONISTA, ETC.ETC.
Y si a todo esto se suma el hecho de que
en EEUU el voto no es obligatorio y que mediante una serie de mecanismos se
estimula el no voto de los integrantes de las capas inferiores (económicamente hablando)
de la población, cabe legítimamente preguntarse CUAN DEMOCRATICA ES LA
DEMOCRACIA ESTADOUNIDENSE ¿?
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