La democracia ha sido, quien puede negarlo, una
importante herramienta en la liberación de los
pueblos del yugo de la nobleza y la monarquía, que por obra y gracia de
la herencia se trasmitían el poder de generación en generación y mantenían oprimidos
y explotados a todos quienes vivían en el territorio bajo su comando.
Gracias a la democracia y al voto, los habitantes
comenzaron a poder incidir en las decisiones de gobierno y comenzaron a
aparecer las legislaciones garantizando derechos individuales y sociales, hubo
mayor igualdad de oportunidades, y los
súbditos pasaron a ser ciudadanos y a ser escuchados en las decisiones de
gobierno.
La democracia fue en realidad una revolución. Pero
una revolución incompleta.
Todos sabemos que en las democracias existen aún
grandes desniveles de riqueza, y que el poder no está igualmente repartido, con
un alto porcentaje de la población que vive alejado del bienestar, con escasas
posibilidades de salir de su situación y que poco y nada incide en las
decisiones que democráticamente se adoptan.
Ello es más difícil de ser visto en países como Uruguay
o Argentina que por motivos y procesos políticos diferentes, han construido una
fuerte clase media, pero es mucho más visible en otros países de América Latina
donde las diferencias son más dramáticas.
En Uruguay , al amparo del batllismo estas
diferencias sociales estaban bastante atemperadas y el sistema funcionaba casi
al nivel de los países más desarrollados donde el sistema democrático tenía un funcionamiento
más acorde al ideal derivado de la
homogeneidad de las poblaciones incluídas.
Pero Uruguay sufrió un grave retroceso en 1958 cuando las mayorías determinaron por amplio
margen que el batllismo dejara el gobierno y lo asumiera su clásico rival, que
venía con planes que representaban el desmonte del Estado de Bienestar batllista,
una brusca transferencia de ingresos de los sectores más débiles a los
propietarios rurales, la apertura de la economía y el debilitamiento de la
industria y de su oferta de empleo.
Como dijo una vez Batlle EL PUEBLO MUCHAS VECES SE
EQUIVOCA PERO ES EL UNICO QUE TIENE
DERECHO A HACERLO.
Esta vez el pueblo se había equivocado y cómo. Se
había disparado un tiro en sus propios pies. Y lo hizo irritado por el
deterioro de su situación económica provocado principalmente por un fenómeno
económico mundial que fue EL DETERIORO DE LOS TERMINOS DE INTERCAMBIO ( o sea
la caída de los precios mundiales de las materias primas exportables y la suba
de los productos industriales e
insumos importados ) pero también
por una administración plagada de errores : clientelismo, amiguismo, hipertrofia
del aparato estatal y hasta en alguna medida corrupción.
Ayer como hoy los grupos de poder económico fueron
rápidos en percibir el debilitamiento de los cuadros que dirigían el país y
lanzaron una campaña agresiva y exitosa de identificar todos los males con el
Partido Gobernante, asi no lo fuera del todo y por destruír la imagen de sus
conductores, que tal como se hace hoy en Latinoamerica fueron sistemáticamente acusados
de ladrones, hasta crear en las gentes el concepto de que efectivamente lo eran
aunque nunca se les haya podido probar nada.
Para quienes éramos batllistas y para la gente de
izquierda en general fue un rudo golpe , que semejante retroceso viniera de la mano
de una decisión popular. Pero los
socialdemocrátas ( que no otra cosa éramos los batllistas ) pronto nos consolamos
aferrándonos a nuestros principios democráticos y diciéndonos que el pueblo
luego de sufrir en carne propia las consecuencias del error, pasaría a
corregirlo en las próximas elecciones.
Algo alentados salimos de ellas pues si bien
volvimos a perder a manos de la derecha, esa vez fue por muy poca diferencia y
no de la forma humillante que había sido 4 años antes, lo cual parecía indicar
que la gente había comenzado a comprender.
Un rudo golpe nos esperaba en las elecciones
siguientes, en las que perdimos ya no las elecciones, que las ganó nuestro Partido,
sino el control del Partido que pasó a estar integramente en manos de la derecha
con dos vertientes : la neoliberal ( avant la lettre porque ni Reagan ni
Thatcher ni Milton Friedman habían aparecido todavía ) y la clásica derecha
colorada , ganando esta última.
Fue allí que comenzó a adquirir importancia un
fenómeno que se había iniciado a mitades del segundo mandato blanco : un grupo
de jóvenes idealistas impacientes había llegado a la conclusión de que la
democracia ya no servía como instrumento de liberación y se había transformado
más bien en un instrumento de opresión que las oligarquías utilizaban para
dominar pacificamente al pueblo y
mantenerlo dominado y explotado. Nacía la guerrilla uruguaya.
Todo militante de izquierda tuvo que planearse en
algún momento cual era su posición frente a esa gente que pretendía acelerar el
proceso de cambio, detener el proceso de restauración regresiva que estábamos sufriendo
y nos decía que eso sólo podía ser hecho
por la fuerza.
LA GRAN MAYORIA ( YO INCLUIDO ) SE
DECIDIO POR EL NO.
Por que ¿?
Había 4
fundamentos esenciales de la
oposición a la guerrilla
1- Todavía creíamos que el instrumento de liberación del pueblo más promisor y efectivo era la democracia y que era una ingenuidad abandonarla
1- Todavía creíamos que el instrumento de liberación del pueblo más promisor y efectivo era la democracia y que era una ingenuidad abandonarla
2-No estaba para nada claro qué era lo que pensaban
hacer estos jóvenes impacientes el día que ganaran el poder si lo ganaban.
Había grandes divisiones entre ellos y habían resuelto dejarlas de lado
mientras lucharan . No estaban muy lejanas las divisiones internas que se sucedieron
a las revoluciones cubana y rusa y estaba
el recuerdo más lejano de la revolución francesa y otras similares, donde las
divergencias dieron lugar a graves
enfrentamientos internos con derramamiento de sangre.
3-Todo parecía indicar que el modelo más caro a los
luchadores era el de las repúblicas comunistas, que si bien aún no
habían perdido la mística de que estaban procesando un importante cambio
social, mística que luego de la caída
del muro se desmoronaría por completo, ya eran vistas con notoria desconfianza
cuando no rechazo por el grado de opresión política que habían implementado.
4- una razón meramente práctica. Un grupo de jóvenes
armados difícilmente pudiera derrotar a un Ejercito Profesional bien organizado,
salvo que hubiera divisiones internas dentro del mismo, cosa que no se daba
aquí. Además el país no tenía condiciones topográficas para albergar una
guerrilla rural. Y no tenía condiciones sociales para que la guerrilla obtuviera
apoyo sustancial de la población, dado que no había muchedumbres hambreadas y
desesperadas.
Lo más probable entonces (
y lo dije entonces, cuando
todavía no había leído el diario del Lunes )era que estos movimientos lo único
que consiguieran realmente fuera dar una excelente excusa a la fuerzas de la
derecha para que so pretexto de aplastar la rebelión descerrajaran sobre la
población una dura represión y consiguieran finalmente imponer por la fuerza
los cambios socioeconómicos que en 8 años habían conseguido sólo parcialmente
instrumentar.
Amen de arrasar con una juventud que hubiera sido valiosa para
otros proyectos menos utópicos.
TODOS SABMEOS LO QUE PASO Y NO ES DEL CASO ANALIZARLO
OTRA VEZ AQUÍ.
Lo que es importante es ver qué está ocurriendo
ahora en que Latinoamérica sufre otro giro hacia el pasado, sólo que esta vez
no de mano de los militares y del Plan Condor sino de mano de la propia
población que ha sido llevada a ello por
la media.
En realidad la democracia está tan deformada en el
mundo actual que prácticamente se puede decir que ha dejado de existir. La
gente ha sido llevada a una indiferencia total por la cosa pública y vive
recluida en sus hogares dejándose embrutecer por la TV. No lee, no se
informa.Meramente repite lo que ve y lo que oye y vota en consecuencia.
Hoy en día
quien domina la Tv domina los destinos de de un país. O más bien no tanto.Domina
la elección del gobierno de un país . Porque ya ni los gobiernos dominan el
destino de los países porque están cada vez más acotados y más sometidos al poder
de los grandes grupos económicos internacionales. Como yo digo exagerando, los
gobiernos de los países han visto reducidas sus competencias a decidir cuantos
minutos debe permanecer un semáforo en amarillo antes de dar lugar al rojo.
En este contexto vale la pena preguntarse si en las actuales circunstancias puestos a
examinar guerrilla si o guerrilla no , que decidiríamos
YO PERSONALMENTE CONTINUO ELIGIENDO QUE NO.
Porque si bien de los 4 razonamientos para fundamentar
esa posición , el primero posiblemente no sea ya pertinente, todos los otros 3
permanecen en pie.
LA GUERRILLA NO ES HOY, COMO NO LO FUE HACE 50 AÑOS
UNA VIA DE SALIDA.
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