El triunvirato que dirige a la CGT se anotó con el
paro una victoria y una derrota.
Del lado de la victoria, la tremenda demostración
de apoyo popular a su convocatoria que tuvo una respuesta tan masiva como la de
los mejores tiempos históricos de la lucha sindical.
Las bases sindicales están crecientemente irritadas
con el gobierno Macri por la caída en el nivel de vida, y por la persistente
ola de despidos fruto de la gran crisis industrial que vive el país cuyo
porcentaje de aprovechamiento de las instalaciones industriales ha caído en
Enero a un alarmante 60%comparable al de la gran crisis durante el gobierno De
La Rua. Para colmo muchos gremios se dejaron incautar por el gobierno Macri y
firmaron paritarias pro la inflación esperada para 2016 que según los técnicos del
gobierno era 24 % con la promesa de que si resultaba peor se abriría una
paritaria complementaria en el segundo semestre. Cuando con una inflación de más
del 40% fueron a reclamar lo prometido los despidieron con cajas destempladas,
por lo que amargaron una brutal caída salarial para sus afiliados. Y el gobierno
ahora pretende con seguir nuevamente que los gremios acepten en las paritarias
la inflación pronosticada.
Y parte de la irritación se contagia hacia los dirigentes
por la forma exageradamente tímida conque se oponen a esta derrotero del neoliberalismo.
Basta pensar que hubo en los últimos 15 meses una ensordecedora paz gremial especialmente si se
la compara con los tiempos de Cristina, época
en que los paros abundaban procurando fundamentalmente exenciones impositivas
para los sueldos más altos , porque los salarios habían crecido a un ritmo
mayor que las escalas del Impuesto de renta
Y de allí vino la derrota. Las masas que se agolparon
en la 9 de julio fueron hostiles a los dirigentes y los abrumaron a gritos e
insultos exigiendo que se fijara la fecha del paro, a lo que persistentemente
se negaron. Para colmo HECTOR DAER en su discurso incurrió en un típico acto
fallido freudiano : la fecha del paro ya esta fijada. Falta anunciarla. Y yo
les garantizo que será antes de fin de año, dijo y cuando reparó que su
subconsciente lo había traicionado inmediatamente se corrigió : marzo
Por suerte para los dirigentes ( o estaba ensayado ¿?)
un reducido grupo de inadaptados al terminar el acto se precipitó sobre el
atril e intentó agredir a los dirigentes, que pudieron así condenar la barbarie
de quienes se oponen a ellos y no respetan el espíritu pacífico de la protesta.
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