LA EPOCA DE MENEM, QUE TIENE ALGUNOS PUNTOS DE CONTACTO CON LA ACTUAL fue también
una época donde se desarrollaron dos Argentinas.
Un vasto sector de la población disfrutó una
sensación de bonanza indiscutida. No había inflación ( y eso es una gran
diferencia con el desastre actual ) , el peso valía un dólar ( ahora no vale un
dólar, pero cada vez vale más con el dólar cayendo día a día por el importante
flujo de dólares prestados que están entrando al país atraídos por una tasa de interés
que es de las más altas en el mundo ) y
viajar era sentirse rico porque fuera del país todo estaba más barato. Fue
la época del DEME DOS, en la que las inmobiliarias de Miami contrataban
empleados que hablaran español y de preferencia “argenhol” porque los
argentinos estaban entre los que compraban más inmuebles en el lugar. Idem en
Buzios, Punta del Este, Camboriu y hasta
Rio. Fue la época del gran auge de Puerto Madero y sus elegantísimos y
carísimos restaurantes donde era difícil conseguir mesa. Fue la época en que
los supermercados tenían una elegante sección de importados y los argentinso
que podían se cansaron de comer pastas italianas, duraznos en almibar griegos,
manzanas de California, etcetc
Del otro lado de la greita, que entonces no se
llamaba así, estaba la Argentina pobre, la de los que habían perdido el empleo
y habían descubierto que el kiosco o el taxi que habían comprado con el despido
no les rendía como el sueldo que perdieron, o que directamente no habían
recibido despido porque la empresa había quebrado o porque estaban en negro. Y
estaban los jubilados que no cobraban ni lo que habían ganado en juicio porque
una ley declarada constitucional por la CORTE
SUPREMA DEL SIEMPRE SI AL GOBIERNO había dispuesto que el Gobierno sólo
estuviera obligado a pagar los fallos en su contra cuando hubiera plata en el
presupuesto para ello.
A esa gran Argentina empobrecida la convencieron de
que lo que se estaba sufriendo era consecuencia de desvíos en la política, de
que ciertos personajes del gobierno habían robado mucho y que la solución no
era votar al candidato oficialista ( Duhalde ) que lúcidamente proponía introducir cambios en el tema y
votar en cambio al candidato opositor que ofrecía ratificar la política
económica pero hacer un gobierno “aburrido “ donde no hubiera corrupción. Paradoja
argentina de que el candidato de oposición era continuista y contaba con la aprobación
in pectore del Presidente, y el candidato oficialista era reformista y contara
con el odio declarado del mismo. YA SE SABE COMO TERMINO
Lo de ahora es
grave porque le fala a Macri un GRAN VIZIR como Cavallo que dirija todo
con competencia rayana con lo genial y nos haga creer que estamos en plena
prosperidad mientras fundimos al país. Macri
no quiso tener una figura fuerte que rivalizara con él y le dirigiera la Economia , quizás porque
recuerde el serio peligro que corrió Menem cuando Cavallo y no él era el héroe del
milagro económico. Por ende dividió el Ministerio de Economia en pedazos con
todos los ministros discutiendo entre sí y permitió que la figura fuerte sea
sólo el Presidentedel Banco Central que lleva adelante un plan de lucha contra
la inflación elevando las tasas de interés y por ende agravando el proceso
recesivo y generando un brillante neogcio financiero para capitales golondrina
que vienen a lucrar con los intereses y la relativa seguridad de que no habrá
cambios al alza del valor del dolar. Esto , además de la recesión agravada,
tiene como consecuencia dificultades a la hora de exportar y un boom de las improtaciones.
Argentina importa ya cosas inusitadas como ajo, manzanas, naranjas, jeringas
para dar inyecciones y etá arruinando empresas locales especialmente las PYMES
y en 18 meses ha acumulado ya una deuda externa de 50% de lo que acumuló Menem
y que llevó el caos y a entrar en cesación de pagos.
YA QUE ESTAMOS EN SEMANA SANTA, QUE DIOS NOS AMPARE,
SI EXISTE.
El artículo de EL PAIS que provocó esta reflexión :
http://economia.elpais.com/economia/2017/04/12/actualidad/1492021991_634184.html
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