PIDO Y LA ORQUESTA DEL COLON
Cuenta la
leyenda que en épocas pasadas los orgullosos ( con motivo ) profesores de la
Orquesta del Teatro Colón tenían un método ingenioso de poner a prueba la
sapiencia de los directores que el Teatro designaba para dirigirlos. Se ponían
de acuerdo entre todos y durante el ensayo, uno o un par de músicos mezclaban
de forma subrepticia y de manera que no se hiciera demasiado evidente algún
brevísimo fragmente de otra composición musical
en medio a lo que se estaba ensayando. Si el Director era realemente un erudito
detenía inmediatamente el ensayo y hacía repetir el fragmento que le había
sonado extraño- Si seguía imperturbable el ensayo era señal de que no tenía
demasiado intimidad con la obra en cuestión.
Cuentan que
un buen día vino ARTURO TOSCANINI a dirigir y que pese a la incuestionable fama
del Maestro decidieron ponerlo a prueba de todos modos. Injertaron en el ensayo
un breve fragmento de la obertura de Aida. Para sorpresa de todos Toscanini
prosiguió imperturbable con el ensayo hasta llegar al último acorde. Sería después
de todo un mito la sapiencia del célebre músico que entre otras cosas dirigía
todo de memoria , según él porque tenía mala visión.?????
Pero la
sorpresa vino al final. El Maestro depositó la batuta en el atril y dijo
SEÑORES HAN DEMOSTRADO QUE DOMINAN MUY BIEN LA PARTITURA DE AIDA, AHORA VAYAMOS
A LO NUESTRO.
Hoy en día
ya no se practican esos juegos, pero los profesores siguen evaluando y juzgando
a sus directores y son los que mejor capacitados están para ello.
A juzgar por
los rostros de los músicos la tarde el examen había sido muy positivo porque
lucían cara de satisfacción y de respeto.
Respeto que
sobre el final se reveló recíproco : al Maestro hizo cuestión de estrechar la
mano de prácticamente todo los músicos del conjunto y no sólo del spala como es
habitual.
UN SIGNORE,
VERAMENTE.
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