El asesinato
de un policía mientras cubría un servicio que legalmente estaba impedido de
realizar ha puesto el dedo en una herida abierta que todos se complotan en no
mirar.
Es lo mismo
que ocurre en un plano mucho menos grave porque no involucra riesgos de vida
con los músicos de la OSSODRE que por causa de los bajos salarios que paga esta
orquesta se ven obligados a tener un segundo y tercer empleos. Y en general
cuando sus condiciones artísticas lo permiten terminan siendo miembros también de
la FILARMONICA que paga sueldos mejores pero aún así no suficientes para exigir
dedicación exclusiva. El resultado es el caos. La imposibilidad de programar
actividades paa las dos orquestas que no pueden actuar o siqueira ensayar al
mismo tiempo por tener a los mismos músicos en su plantel. Y el deterioro de la
temporadas que sufren así de la imposbilidad de programar actividades para todo
el año cuando en realidad cuentan con su personal sólo la mitad del tiempo.
Y entonces la pobreza de las temporadas sinfónicas,
la casi inexistente temporada de Opera en el Sodre y el ballet con música grabada.
Por cierto
que esto es infinitamente más grave en el caso de los policías, que arriesgan
su vida en el trabajo. Y que suelen estar mal dormidos por la superposición de
sus funciones. Amén de prestar servicios en su actividad privada en condiciones
que potencian los riesgos que corren y de recibir en estas actividades un pago más insuficiente aún que el que reciben
en la Policía, porque estas Intituciones privadas se aprovechan de su estado de necesidad..
Culquiera
diría que es un problema fácil de resolver. Bastaría pagar salarios que permitieran
exigir ( a músicos y a policía ) la
dedicación exclusiva. Pero el Estado ,
muy generoso en pagar viajes y viaticos a los miembros ( oficialistas u opositores
) del Parlamento, a la hora de dar exenciones y/o subsidios a la enseñanza
privada o de otorgar exenciones a los detentores de la propiedad de la tierra,
no tiene un peso para ello.
Así nos va.
Y así van seguir perdiendo la vida los hombres que nos defienden de la
criminalidad.
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