El artículo de EL PAIS-MADRID que he transcripto más
abajo me parece muy b ueno y equilibrado.
Resalta en él la constancia de que la izquierda , llevada
por el sectarismo del que siemrpe sufrieron el PT y LULA en particular, está
haciéndose el harakiri negándose a postergar ambiciones personales y proponer un candidato de unidad de todos los partidos progresistas y condenando
al pais a tener un presidente de ultraderecha, que según parece es el resultado
más previsible de una elección con LULA proscripto. Muy parecido a la situación
de Argentina donde Cristina es la candidata más popular y a la vez la más
rechazada. Con ella de candidata es imposible ganar . Sin ella tampoco porque
sus votos son decisivos.
El rechazo a LULA hoy
potenciado por la campaña de desprestigio mediático-judicial , siempre fue
alto. Buena parte del país ( el país culto y de clase media que predomina en el
Sur ) se resistía a tener un Presidente que hablaba como un analfabeto sin serlo, tenía pinta de falta de baño ( Y AQUÍ EL PARECIDO CON EL PEPE MUJICA ES REMARCABLE )y que tenía una pinta que humorísticamente todos asociaban con el “68” personaje de una historieta que era un terrorista empedernido. Si el PT no se hubiera obstinado a presentar la candidatura de LULA posiblemente hubiera llegado al poder 4 años antes.
Sur ) se resistía a tener un Presidente que hablaba como un analfabeto sin serlo, tenía pinta de falta de baño ( Y AQUÍ EL PARECIDO CON EL PEPE MUJICA ES REMARCABLE )y que tenía una pinta que humorísticamente todos asociaban con el “68” personaje de una historieta que era un terrorista empedernido. Si el PT no se hubiera obstinado a presentar la candidatura de LULA posiblemente hubiera llegado al poder 4 años antes.
El artículo de EL PAIS me deja con una duda que procuraré
que un amigo abogado me aclaré : la ley brasileña impide presentarse como candidatos
a personas condenadas con sentencia firme ( en cuyo caso Lula puede porque le
resta aún una apelación ) o personas condenadas en segunda instancia. Según
tengo entendido la SUPREMA CORTE interpretó que bastaba la segunda instancia (aunque
hubiera abierta una tercera) para poder encarcelarlo, pero nunca decidió sobre
si se podría presentar o no, cosa que debería hacer otro órgano que es el SUPREMO
TRIBUNAL ELECTORAL.
https://elpais.com/internacional/2018/08/15/actualidad/1534286758_161018.html
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