El sector de la oposición venezolana que cree que es
posible dar batalla contra el chavismo dentro de la Cosnmtitución ha obtenido
una importante victoria sorteando en apariencia el primer escollo para llegar
al plebiscito de revocación del mandato presidencial, una norma introducida en
la Constitución venezolana por el chavismo que ahora puede operar en su contra,
y que ya fue aplicada una vez contra Chavez, que salió victorioso de la prueba.
Esto se descuenta que no ocurriría con Maduro, inmerso como está en una
gravísima crisis económica provocada por el brusco descenso a menos de la
tercera parte del precio del petróleo del cual depende toda la economía
venezolana que pese a los vibrantes discursos de Chavez sobre el tema no se ha
diversificado ni un poquito.
En esta primera etapa había que conseguir unas 200.000
firmas ( 1% del padrón electoral ) que es el requisito previo para abrir el
proceso de recolección de firmas para pedir el plebiscito.Una vez esas 200.000
firmas verificadas por el CNE ( Consejo electoral nacional) se abriría un
período de tiempo de 6 meses para que la
oposición junte el 20% de firmas ( unos 4.000.000) que son necesarias para legitimar
el llamado al plebiscito.-En caso de
conseguirlas, se realiza el plebiscito y el mandato presidencial queda revocado si la moción
revocatoria obtiene al menos 1 voto más que los votos conseguidos por el Presidente
cuando fue electo, un valor en este caso fácil de obtener porque Maduro ganó
las elecciones por un escaso margen de ventaja. Asi siendo, la única maniobra
defensiva que tiene el gobierno es retrasar la realización del plebiscito
mediante una demorada verificación de las firmas en esta y en la etapa siguiente con lo cual
puede obtener dos ganancias : a) alargar el período de Maduro en el cargo b) más
importante, si el plebiscito es hecho después del 15.1.17, el Presidente destituido
pasa a ser sustituído por el Vicepresidente que completará el mandato, sin que
se hagan nuevas elecciones porque queda menos de la mitad del mandato por
cumplirse. De allí la prisa de la oposición por obtener las firmas. Según voceros
de la oposición ésta ya ha juntado no 200.000 sino 1.000.000 de firmas en
apenas dos días, ( un 5% del padrón ) lo cual bien puede ser cierto dada la
gran cantidad de votos obtenida por la oposición en las últimas elecciones legislativas
donde triunfó sobre el oficialismo con una ventaja del 16% de los votos.
Nuevamente la reforma
constitucional ideada por el chavismo para favorecerse, se le vuelve en
contra, como ocurriò en las legislativas donde la oposición que triunfó por un
buen margen pero no arrasador obtuvo una cantidad de miembros en el parlamento
totalmente superior al % de votos, por mecanismos introducidos en la
Cosntitución que favorecen al ganador dándole mayor representación que la que
resultaría de los procentajes. El invento se vuelve contra el inventor.
Hay un sector de la oposición presidido por el
condenado y preso Leopoldo Lopez que no es partidario de atenerse a la actual
constitución que considera ilegítima y pretende que la Asamblea se rebele
contra el sistema pro clamándose Asamblea Constituyente, lo cual abriría un
enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.
Lo cierto es que desde que quedó en manos del oposición
la Asamblea Legislativa ha dejado funcioanr como un órgano legislativo ocupándose
exclusivamente del tema de cómo desplazar al gobierno del poder. Algo que a la
larga puede costarle caro en términos de representación popular ya que la
población sometida a todo tipo de privacioens por la crisis económica puede
dejar de sentirse representada por los políticos opositores que se ocupan sólo
de los problemas propios y no de los del pueblo, creándose un clima de escepticismo
popular con respeto a las instituciones que quizás favorezca a los partidarios
de un golpe de estado como Leopoldo Lopez por un lado o como los militares
chavistas que están en el Ejército. En ambos casos Venezuela desembocaría en
una dictadura.
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