Es necesaria una reforma de la Constitución. Ya se
está trabajando en eso. A futuro, la nueva Constitución debe contemplar una
reforma profunda del menos democático poder del Estado, el Judicial, que lo
democratice y transparente; una regulación de los medios de comunicación que
impida con firmeza el control monopólico de los medios de comunicación; el
control parlamentario de toda iniciativa de endeudamiento público con la banca
extranjera; la posibilidad de un referéndum revocatorio de mandato si no se
cumplen los principales puntos programáticos de un gobierno; y la supervisión
transparente de los bienes de los funcionarios públicos de mayor rango (del
Ejecutivo, Legislativo y Judicial) durante su ejercicio. También será necesario
tomar el toro por las astas respecto de la posesión y el manejo de las tierras,
puertos internacionales y demás factores vinculados a la comercialización de
bienes primarios.
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