No tiene figuras de recambio. Esta totalmente
jugado a un líder único e irrepetible que no es consciente de la necesidad del
recambio y más bien lo desestimula.
Cristina no hizo crecer a ninguno de sus Ministros
y llegó al final de su último mandato, cuando ya no podía presentarse otra vez
, sin tener un sucesor válido. Tuvo 8 largos años para hacerlo pero no le
preocupó o más bien se preocupó de lo contrario. Hay indicios de que sus
esperanzas a medio plazo estaban depositadas en MAXIMO KIRCHNER, para mantener
la dinastía, pero el candidato está verde todavía. Y EN EL INTERIN ARGENTINA Y
LOS ARGENTINOS PAGAN EL ALTO PRECIO DE ESTE GOBIERNO AL SERVICIO9 DEL PODER
ECONOMICO QUE ESTA DESTRUYENDO EN POCOS MESES LO EDIFICADO DURANTE AÑOS.
INSTITUCIONES INVLUSIVE.
Correa no tenía candidatos y tuvo que apostar en
Lenin, que lo traicionó. Evo no tiene sustituto y pelea con uñas y dientes para
ser su propio sucesor.
Chavez designo como su reemplazante al débil y por lo visto no
demasiado eficiente MADURO desplazando al sucesor constitucional que era
DIOSDADO CABELLO a quien correspondía la suplencia cuando no pudo jurar su
mandato por obra de la enfermedad. Todo indica que temió que Diosdado se hiciera
fuerte y cuando volviera ( porque Chavez creía que iba a volver ) le disputara
el cargo.
Y LULA no tiene sucesor. Deliberadamente propuso a
Dilma para que fuera cnadidata cuando ya
no podía reelegirse, confiando que esta tecnócrata le cuidaría el cargo por un
mandato presidencial y él podría después hacer la gran rentree triunfal. Le
salió mal el cálculo porque Dilma se candidató a la reelección, él se vio
obligado a apoyarla y sucedió luego lo que sucedió.
El Pt privado como el kirchnerismo de una figura de
recambio es presa fácil de la derecha que controla el Poder Judicial. Basta vetar judicialmente a
Lula y estará todo el escenario armado para una victoria de la derecha , casi
como partido único el estilo de CUBA, CHINA URSS. Habrá que elegir entre la
derecha y la ultraderecha de JAIR BOLSONARO que hará el papel de cuco para que
los votantes del candidato que proponga la derecha se sientan morlamente
satisfechos de haber votado contra el atraso y el totalitarismo rechazando a
Bolsonaro, sin percibir que eso precisamente es lo que el poder económico
esperaba de ellos.
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