jueves, 1 de diciembre de 2016

VUELVEN LOS TRIBUNALES POPULARES DE STALIN

La camara de diputados en Brasil aprobó una dura Ley en la cual crea  figuras delictivas como el delito de receptacion de donacioens ilegales en campañas electorales, y que tipifica como “ delito grave “ sujeto a penas mayroes  los delitos de corrupción cuando superen un cierto valor pecuniario.
Pero paralelamente votó una norma destinada a proteger a los políticos de acusaciones  insuficientemente  fundamentadas, que después no dan lugar a juicios  por carecerse de pruebas, pero que ya tuvieron consecuencias arruinando la imagen del acusado.
La prensa que vería con es ta norma anulado su poder de juzgar y penalizar a quien le venga en gana, reaccionó violentamente a la medida.
Brasil como America Latina en general está en el momento presente como la URSS en la época de  Stalin. Han vuelto los tribunales populares que en aquellos tristes años  juzgaban y condenaban a los acusados sin que fuera necesario probarles nada, y los mandaban a Siberia. Ahora funcionan sore la base de las acusaciones mediáticas. Los que caen en el desagrado de la media y de un Poder Judicial demasiado permeable a las presiones  del poder, son objeto de todo tipo de campañas de desprestigio y hata pueden pasar meses o años en prisión antes de que se acepte la inexistencia de pruebas en su co0tnra… A esa altura el acusado es ya un cadáver político y nadie le repara el daño sufrido.

Un episodio reciente demuestra cómo actúan estos tribunales especiales. Hace unos  la anciana madre de una ex Presidente argentina, de 86 años de edad fue acusada de corrupción por ser integrante de una Cooperativa que tenía un contrato con el Correo Argentino. Salió en la primera plana de todos los diarios, que comentaron cómo toda la familia de la ex Presidente era corrupta.
Después se probò  que la anciana señora no tenía poder de decisión alguno en la Cooperativa , ya que era simplemente la suplente de uno de los integrantes del Consejo Fiscal de la Cooperativa, y –peor aún- que el contrato del correo había sido firmado cuando este era privado ( privatizado por el gobierno de Menem como casi todo en Argentina ) y administrado por una Emrpesa que ( oh sorpresa ¡!) pertenecía  a la familia del actual Presidente. A esa altura del partido el desmentido, publicado en las páginas interiores y con escaso destaque en la misma prensa que publicó la “noticia “ en su primera plana con grandes  titulares, como si se tratara del inicio de la cuarta guerra mundial, ya no sirve para nada. La abuelita de 86 es y será por siempre una corrupta deleznable.
Pero la prensa defiende con uñas y dientes ese poder  del llamado CUARTO PODER  que más bien se está transformando peligrosamente en el primero.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/01/america/1480546900_357366.html

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