el golpe de estado en brasil y la corrupcion electoral en brasil y argentina

Sea justa o sea injusta su destitución, hay que puntualizar que Dilma no fue depuesta por corrupción. Fue depuesta por maquillar el déficit público postergando la contabilización de ciertos gastos de un año para otro, una práctica obviamente reprobable pero bastante usual en Brasil, que viene siendo practicada por los gobernadores de los Estados, que no fueron depuestos por ello, y hasta por varios de los presidentes anteriores a Dilma, como Lula y Fernando H. Cardoso si bien paree que con cantidades menos abultadas. Irónicamente varios de los decretos consagrando esta ilegalidad no fueron firmados por Dilma que estaba en el exterior, sino por su Vicepresidente que debió en  todo caso haber caído con ella. Más irónicamente aún Dilma es prácticamente la única integrante de los gobiernos del  PT que no ha sido siquiera acusada de corrupción en beneficio propio, existiendo si sospechas de que su campaña electoral fue financiada en parte con  fondos procedentes de operaciones ilícitas . Pero nuevamente , si tal cosa existió ( cabe recordar aquí que un  principio básico del derecho es que nadie es culpable de nada hasta que no se le haya probado, y que acusar  o inclusive procesar no es sinónimo de condenar)la campaña que fue financiada legalmente sería la de la formula DILMA-TEMER y por lo tanto debieron hab er sido destituídos los dos.  LA FORMA PARCIALIZADA EN QUE SE  MANEJO LA SITUACION ES LA QUE HACE QUE MUCHOS OPINEMOS QUE EL PROCESO NO FUE CONDUCIDO CON  PROPOSITOS ETICOS SINO POLITICOS Y QUE ESTAMOS ENTONCES  EN PRESENCIA DE UN GOLPE DE ESTADO HABILMENTE CAMUFLADO COMO LEGAL. Yo , que a la sazón vivía en Brasil donde estuve radicado durante 28 años. Opiné exactamente lo mismo cuando un golpe de estado disfrazado de impeachment acabó con la Presidencia de Collor a quien en defintiva nunca se le probaron los  delitos que fueron  usados para destituírlo, y que es más fue declarado inocente de ellos por el SUPREMO TRIBUNAL FEDERAL , máximo órgano de justicia de Brasil. Y  antes de ser acusado de  ser favorable a Collor o al gobierno del PT aclaro que fue opositor a ambos. Del primero por ser un represenante de la derecha neolbieral brasileña. Y del segundo porque utilizando un lenguaje de izquierda de hecho mantuvo intocada la política económica heredada de sus predecesores, apenas acrecentándole un a generosa  ( y diría jsuta y deseable ) distribución de socorros a las capas miserables del país , excluídas del mercado de consumo, que eran escandalosamente numerosas, aprovechando para ello la accidental bonanza provocada por el alto precio de las materias primas exportables. Algo muy  parecido a lo ocurrido en Uruguay con  la falsa izquierda del FA. La cruda realidad es que el Uruguay sólo tuvo un gobierno genuinamente izquierdista cuando fue gobernado por JOSE BATLLE Y ORDOÑEZ, que llevó adelante todas las reformas socio económIcas que hicieron  de nuestro país una excepción en una América Latina desigual e injusta.  Y que más de 50 años  ( desde 1958¡!!)de gobiernos de signo contrario, incluyendo un largo período de dictadura, no con siguieron  borrar por completo.

La cruda realidad es que todos los candidatos tanto en Argentina como en Brasil, debido a la trascendental importancia de la TV en los resultados electorales , tienen que gastar fortunas en publicidad y recurren a fondos non sanctos.  En Argentina en las últimos elecciones la cantidad gastada por los candidatos SCIOLI,MACRI Y MASSA es abrumadoramente superior a lo recaudado legalmente y hay firmes indicios de que todos ellos se valieron de contribuciones en negro de firmas que trabajaron para el Estado. En trabajos para el gobierno federal en el caso de Scioli, para la ciudad de Buenos Aires en el caso de Macri y para la municipalidad de Tigre en el caso de Massa. La Justicia ha actuado con  fuerte influencia de los gobiernos y por ende fue omisa en investigar las acusaciones contra Cristina Kirchner cuando ella era el poder, y  ahora la persigue pero deja de investigar las acusaciones contra Macri, que no son menos graves ni menos probadas que las existentes contra ella.