miércoles, 9 de noviembre de 2016

GUERRILLA NO O GUERRILLA SI ?????

La democracia ha sido, quien puede negarlo, una importante herramienta en la liberación de los  pueblos del yugo de la nobleza y la monarquía, que por obra y gracia de la herencia se trasmitían el poder de generación en generación y mantenían oprimidos y explotados a todos quienes vivían en el territorio bajo su comando.
Gracias a la democracia y al voto, los habitantes comenzaron a poder incidir en las decisiones de gobierno y comenzaron a aparecer las legislaciones garantizando derechos individuales y sociales, hubo mayor igualdad de oportunidades,  y los súbditos pasaron a ser ciudadanos y a ser escuchados en las decisiones de gobierno.
La democracia fue en realidad una revolución. Pero una revolución incompleta.
Todos sabemos que en las democracias existen aún grandes desniveles de riqueza, y que el poder no está igualmente repartido, con un alto porcentaje de la población que vive alejado del bienestar, con escasas posibilidades de salir de su situación y que poco y nada incide en las decisiones que democráticamente se adoptan.
Ello es más difícil de ser visto en países como Uruguay o Argentina que por motivos y procesos políticos diferentes, han construido una fuerte clase media, pero es mucho más visible en otros países de América Latina donde las diferencias son más dramáticas.
En Uruguay , al amparo del batllismo estas diferencias sociales estaban bastante atemperadas y el sistema funcionaba casi al nivel de los países más desarrollados  donde el sistema democrático tenía un funcionamiento más acorde al  ideal derivado de la homogeneidad de las poblaciones incluídas.
Pero Uruguay sufrió   un grave retroceso en 1958  cuando las mayorías determinaron por amplio margen que el batllismo dejara el gobierno y lo asumiera su clásico rival, que venía con planes que representaban el desmonte del Estado de Bienestar batllista, una brusca transferencia de ingresos de los sectores más débiles a los propietarios rurales, la apertura de la economía y el debilitamiento de la industria y de su oferta de empleo.
Como dijo una vez Batlle EL PUEBLO MUCHAS VECES SE EQUIVOCA  PERO ES EL UNICO QUE TIENE DERECHO A HACERLO.
Esta vez el pueblo se había equivocado y cómo. Se había disparado un tiro en sus propios pies. Y lo hizo irritado por el deterioro de su situación económica provocado principalmente por un fenómeno económico mundial que fue EL DETERIORO DE LOS TERMINOS DE INTERCAMBIO ( o sea la caída de los precios mundiales de las materias primas exportables y la suba de los productos industriales e  insumos  importados ) pero también por una administración plagada de errores : clientelismo, amiguismo, hipertrofia del aparato estatal y hasta en alguna medida corrupción.
Ayer como hoy los grupos de poder económico fueron rápidos en percibir el debilitamiento de los cuadros que dirigían el país y lanzaron una campaña agresiva y exitosa de identificar todos los males con el Partido Gobernante, asi no lo fuera del todo y por destruír la imagen de sus conductores, que tal como se hace hoy en Latinoamerica fueron sistemáticamente acusados de ladrones, hasta crear en las gentes el concepto de que efectivamente lo eran aunque nunca se les haya podido probar nada.
Para quienes éramos batllistas y para la gente de izquierda en general fue un rudo golpe , que semejante retroceso viniera de la mano de una decisión popular.  Pero los socialdemocrátas ( que no otra cosa éramos los batllistas ) pronto nos consolamos aferrándonos a nuestros principios democráticos y diciéndonos que el pueblo luego de sufrir en carne propia las consecuencias del error, pasaría a corregirlo en las próximas elecciones.
Algo alentados salimos de ellas pues si bien volvimos a perder a manos de la derecha, esa vez fue por muy poca diferencia y no de la forma humillante que había sido 4 años antes, lo cual parecía indicar que la gente había comenzado a comprender.
Un rudo golpe nos esperaba en las elecciones siguientes, en las que perdimos ya no las elecciones, que las ganó nuestro Partido, sino el control del Partido que pasó a estar integramente en manos de la derecha con dos vertientes : la neoliberal ( avant la lettre porque ni Reagan ni Thatcher ni Milton Friedman habían aparecido todavía ) y la clásica derecha colorada , ganando esta última.
Fue allí que comenzó a adquirir importancia un fenómeno que se había iniciado a mitades del segundo mandato blanco : un grupo de jóvenes idealistas impacientes había llegado a la conclusión de que la democracia ya no servía como instrumento de liberación y se había transformado más bien en un instrumento de opresión que las oligarquías utilizaban para dominar pacificamente  al pueblo y mantenerlo dominado y explotado. Nacía la guerrilla uruguaya.
Todo militante de izquierda tuvo que planearse en algún momento cual era su posición frente a esa gente que pretendía acelerar el proceso de cambio, detener el proceso de restauración regresiva que estábamos sufriendo  y nos decía que eso sólo podía ser hecho por la fuerza.
LA GRAN MAYORIA ( YO INCLUIDO ) SE DECIDIO POR EL NO.
Por que  ¿?
Había 4  fundamentos esenciales  de la oposición a la guerrilla
1- Todavía creíamos que el instrumento de liberación del pueblo más promisor y efectivo era la democracia y que  era una ingenuidad abandonarla
2-No estaba para nada claro qué era lo que pensaban hacer estos jóvenes impacientes el día que ganaran el poder si lo ganaban. Había grandes divisiones entre ellos y habían resuelto dejarlas de lado mientras lucharan . No estaban muy lejanas las divisiones internas que se sucedieron a  las revoluciones cubana y rusa y estaba el recuerdo más lejano de la revolución francesa y otras similares, donde las divergencias dieron lugar a graves  enfrentamientos internos con derramamiento de sangre.
3-Todo parecía indicar que el modelo más caro a los luchadores  era el de las   repúblicas comunistas, que si bien aún no habían perdido la mística de que estaban procesando un importante cambio social, mística  que luego de la caída del muro se desmoronaría por completo, ya eran vistas con notoria desconfianza cuando no rechazo por el grado de opresión política  que habían implementado.
4- una razón meramente práctica. Un grupo de jóvenes armados difícilmente pudiera derrotar a un Ejercito Profesional bien organizado, salvo que hubiera divisiones internas dentro del mismo, cosa que no se daba aquí. Además el país no tenía condiciones topográficas para albergar una guerrilla rural. Y no tenía condiciones sociales para que la guerrilla obtuviera apoyo sustancial de la población, dado que no había muchedumbres hambreadas y desesperadas.
Lo más probable entonces  (  y  lo dije entonces, cuando todavía no había leído el diario del Lunes )era que estos movimientos lo único que consiguieran realmente fuera dar una excelente excusa a la fuerzas de la derecha para que so pretexto de aplastar la rebelión descerrajaran sobre la población una dura represión y consiguieran finalmente imponer por la fuerza los cambios socioeconómicos que en 8 años habían conseguido sólo parcialmente instrumentar.
Amen de arrasar con  una juventud que hubiera sido valiosa para otros proyectos menos utópicos.
TODOS SABMEOS LO QUE PASO Y NO ES DEL CASO ANALIZARLO OTRA VEZ AQUÍ.
Lo que es importante es ver qué está ocurriendo ahora en que Latinoamérica sufre otro giro hacia el pasado, sólo que esta vez no de mano de los militares y del Plan Condor sino de mano de la propia población  que ha sido llevada a ello por la media.
En realidad la democracia está tan deformada en el mundo actual que prácticamente se puede decir que ha dejado de existir. La gente ha sido llevada a una indiferencia total por la cosa pública y vive recluida en sus hogares dejándose embrutecer por la TV. No lee, no se informa.Meramente repite lo que ve y lo que oye y vota en consecuencia.
Hoy en  día quien domina la Tv domina los destinos de de un país. O más bien no tanto.Domina la elección del gobierno de un país . Porque ya ni los gobiernos dominan el destino de los países porque están cada vez más acotados y más sometidos al poder de los grandes grupos económicos internacionales. Como yo digo exagerando, los gobiernos de los países han visto reducidas sus competencias a decidir cuantos minutos debe permanecer un semáforo en amarillo antes de dar lugar al rojo.
En este contexto vale la pena preguntarse si  en las actuales circunstancias puestos a examinar guerrilla si o guerrilla no , que decidiríamos
YO PERSONALMENTE CONTINUO ELIGIENDO QUE NO.
Porque si bien de los 4 razonamientos para fundamentar esa posición , el primero posiblemente no sea ya pertinente, todos los otros 3 permanecen en pie.
LA GUERRILLA NO ES HOY, COMO NO LO FUE HACE 50 AÑOS UNA VIA DE SALIDA.




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