domingo, 3 de abril de 2016

LA VERGUENZA Y LA FRUSTRACION VIAJAN AHORA EN TAXI

Mientras el gobierno discurre con toda la calma del mundo qué actitud tomar frente al desembarco de Uber , una empresa extranjera que pretende desplazar a los servicios de taxi locales, la empresa va ganando terreno. El público ve con buenos ojos la mejor flota de automóviles, la desaparición de la terriblemente incómoda y peligros mapara, los precios más bajos, la amabilidad del atendimiento y los detalles de gentileza tales como tener el diario del día para que el pasajero lea durante el viaje.
A mí me produce frustración y vergüenza vivir en un país donde cada vez que tomo un taxi contribuyo al déficit de la balanza de pagos porque hay que pagar una comisión al exterior por el servicio prestado. Pero, claro, ya ocurre con las farmacias, los supermercados, los bares, etc.etc. Dentro de poco vamos a tener que pagar royalties para salir a la calle. Y mientras , vivimos eufóricos la ficción de que finalmente somos norteamericanos. Y disfrutamos de los servicios 25 hours, del delivery, las sales con productos 20% off, y otras delicias de vivir en el extranjero sin dejar el país.

Se repite con los taxis lo que ocurrió con las hamburguesas. Hoy a nadie se le ocurriría ir al boliche de la esquina para comer una hamburguesa y perderse la cajita feliz. Poco importa que ahora que tiene el dominio del mercado la empresa extranjera haya aumentado sideralmente los precios y ya no sea tan baratita y que el pais este en definitiva enviando al exterior dólares duramente ganados para pagar royalties para que una empresa extranjera nos venga a vender lo que nosotros siempre supimos hacer. Mucho mejor y más sano, además...

No hay comentarios:

Publicar un comentario