martes, 27 de febrero de 2018

EL USO INMORAL DE LA MORALIDAD







La derecha neoliberal ha hecho una bien estructurada campaña cultural a lo largo de las últimas décadas., en buena medida exitosa, que se ha propuesto implantar como si fuera un chip,  dos ideas en la mente de la gente :
1-todos los políticos son ladrones y hay que sacarlos del gobierno
2- el Estado es ineficiente y corrupto y debe ser reducido a su mínima expresión lo que permitirá que se rebajen los impuestos y se de impulso a la iniciativa privada que es la que construye riqueza

No voy a entrar a disputar la primer afirmación que me merece muchas reservas porque generaliza, ignora que hay muchos políticos abnegados y honestos, porque no es el centro de mi argumentación.
EL CENTRO DE MI PREOCUPACION ES: PUES BIEN, LOS POLITICOS SON TODOS CHORROS Y LOS ECHAMOS. MARAVILLA ¡! Y A QUIEN PONEMOS EN SU LUGAR ¿?
Hay gente que ,desmemoriada o deshonesta o bien las dos cosas a la vez,  va a responder LOS MILITARES  olvidando el desastre económico social y humanitario que provocaron a su paso por el Gobierno como consecuencia del Plan Condor, con el solitario ejemplo del desarrollo industrial que lograron en Brasil.
Pero la campaña no viene por allí. Orquestada con capitales empresariales y difundida en los grandes órganos de prensa que son de los empresarios, la propaganda lo que persigue es colocar a un “combinado” de empresarios o de los tecnócratas que los sirven , a cargo de la conducción de los países.
La gente olvida que si hay políticos corruptos es porque hay empresarios que los compran y a cambio de una miserable propina de millones de dólares roban decenas o centenas de millones de dólares.
Y allí está el patético ejemplo de la Argentina. Hartos de la corrupción del gobierno K , diariamente pregonada por la gran prensa, votaron a un empresario para limpiar el país y éste se rodeó de una verdadera cooperativa de empresarios y directores de Empresa .
Los escándalos se suceden y saltan a la vista las evidencias de que se está produciendo un asalto masivo a la riqueza del Estado, que además está endeudándose más allá de la posibilidad de repago para que esto señores puedan mandar todo el dinero afuera. Peor claro, la prensa apoya y silencia. Es de ellos también.
El SEGUNDO supuesto es el complemento ideal. El Estado crucificado en la prensa debe ser reducido a su mínima expresión . Perder toda posibilidad de intervenir,  guiar , controlar la actividad privada.
Y entonces estos señores que se han hecho dueños de la Economía no tendrán quien les imponga límites a la hora de ejecutar sus operaciones.

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